El Ave María de Schubert es ideal para el Ofertorio en las ceremonias religiosas. A pesar de ser uno de los grandes “hits” de la música para bodas, no pierde su frescura dada su calidad.

En nuestra versión para octeto de cuerda son los violines primeros los que interpretan la melodía escrita para soprano. Los violines segundos “dibujan” una melodía paralela a la principal mediante arpegios que recorren las notas más importantes de la tonalidad; ambas se complementan perfectamente. Por otro lado, violas y violonchelos sostienen la armonía mediante un bajo constante, muy sencillo pero efectivo: los chelos al comienzo de cada compás, y como es costumbre, las violas, con el típico pulso sincopado, “a contra tiempo”. 

En función de si el cura decide realizar el Ofertorio en voz alta o no, adaptamos el volumen de la obra para que la música encaje perfectamente durante la Eucaristía.